Las bombas y armas que el ejército americano esta utilizando en esta guerra, nos recuerdan los generales españoles mandados por el Ministerio de Defensa Español a intoxicar la opinión pública desde todas las televisiones, especialmente las estatales, son armas y bombas de una tecnología avanzada que tienen una precisión casi infalible en lo que supone alcanzar los objetivos para los que son enviadas, esta precisión les da un margen de error de apenas 200 metros, nos cuentan. Se tiene una precisión de cirujano, nos dicen, son bombardeos quirúrgicos señalan con emoción poco disimulada, la población civil no sufre, se va a causar poco sufrimiento. Mentira, las bombas son ahora y siempre bombas, las armas, armas y solo tienen ese nombre y ahora como siempre siembran el pánico, el terror, la destrucción y la muerte por donde son enviadas.

Las personas que mueren y sufren, que son heridas, las que pierden sus casas y a sus familiares, pierden su categoría de seres de carne y hueso para convertirse en algo tan supuestamente inocuo como daños colaterales cuando son sufrimientos reales y cercanos.

Los únicos muertos, los únicos prisioneros son los del otro bando, los del propio bando son simplemente héroes. Los muertos y la miseria los pone el pueblo enemigo, uno es el único con licencia para matar.

La guerra se hace en nombre de la paz, la esclavitud de la destrucción, el terror de los asesinatos masivos en nombre de la libertad, el crujir de armas, el rearme de los ejércitos se hace en nombre del desarme. Se asesina en nombre de la paz y la libertad.

Se nos manipula con supuestas razones para la guerra de las que luego ya nadie se acuerda porque ¿dónde carajo estan, por ejemplo, las supuestas armas de destrucción masiva sino en manos de los americanos que se estan encargando de sembrar el pánico y la destrucción? Y, al tiempo, se nos ocultan las razones principales como el reparto ya negociado entre las grandes multinacionales (algunas de ellas con fuerte implicación de capital español, como Repsol) para cobrar los dineros de la reconstrucción y para obtener los suculentos beneficios del petróleo

Se nos dice que el ejército español no participará en el conflicto salvo en misiones humanitarias pero lo que se envía a la guerra son militares desplegados y preparados para el apoyo logístico a las tropas en combate, curiosa manera de entender la cooperación humanitaria.

Se intentan reducir a una versión maniquea y tremendamente manipuladora las opciones: o con los buenos, demócratas y adalices de la falsa libertad o con el caos, la maldad, la dictadura, el terrorismo y la destrucción

Los manifestantes pacíficos se convierten, gracias al efecto combinado de los grupos violentos minoritarios, las cargas policiales injustificadas y desmesuradas y los ecos mediáticos, en movimientos violentos, e ilegítimos, ante los que se deben tomar precauciones y sobre los que se debe temer participar

Cuando son cientos de miles los que se manifiestan libre y espontáneamente, se nos habla de no más de unos pocos individuos aislados y manipulados por organizaciones políticas e intereses partidistas.

Cuando el mundo de la cultura se manifiesta unánimemente contra esta guerra injusta e inmoral, se nos intenta intoxicar desviando la atención hacia el terrorismo o se moviliza a la patronal cultural para tratar de neutralizar los comandos Goya seudo- terroristas.

Se nos intenta también vender un mundo lleno de peligros sin control, de terroristas dispuestos en cualquier momento a atentar con armas terribles ante las que es preciso defenderse, se nos intenta hacer vivir bajo la paranoia del miedo para justificar lo injustificable. Estos son, cabe recordarlo, viejos hábitos, no olvidemos que ya en 1991 fue necesario manipular las pruebas y los testimonios para sensibilizar a la opinión pública y convencerla de que se debía apoyar la guerra; como se prohibieron, en el supuesto paraíso de la libertad, las fotos que hoy traemos que hablan claramente de lo que es en realidad una guerra