Psicólogos Sin Fronteras         Madrid
 
 
Proyecto de Asistencia Psicológica para Inmigrantes de la Comunidad de Madrid
 

Contexto actual:

La emigración-inmigración es un proceso que modifica la vida personal y las relaciones con el entorno. Son múltiples las razones para dejar el país de origen: económicas, políticas, laborales, afectivas, etc. En el país de acogida se espera mejorar la calidad de vida y superar las circunstancias causantes de la emigración. El nuevo entorno implica el desafío de la integración: construir una nueva red de lazos sociales.Encontrar un trabajo, hacer nuevos amigos, conocer una cultura nueva son situaciones en las que pueden surgir sentimientos de temor a lo desconocido y también de resistencia a perder la propia identidad cultural.

 

La integración es un proceso, dinámico y cambiante a lo largo del tiempo. Aspectos que favorecen una mejor acomodación psicosocial son: la documentación, las redes sociales, la inserción laboral.

Generalmente surgen dificultades para concretar las expectativas de llegada, lo cuál puede generar altos niveles de frustración.

Los estudios sobre el proceso de adaptación de los inmigrantes coinciden en que las migraciones pueden ser consideradas como factores de riesgo psicosocial según las características psicológicas, sociales y culturales de las personas que emigran, así como del contexto del país receptor.

Desde la psicología debemos entender el proceso de integración dentro del marco de las relaciones sociales que se establecen entre dos grupos en contacto y que en un sentido amplio son: la comunidad inmigrante y la comunidad autóctona.

La diferencia cultural entre la sociedad de origen y la sociedad de acogida es una variable que influye en la tasa de trastornos psicológicos de los inmigrantes. Cuanto mayor es la disparidad cultural mayor es el carácter mórbido de la enfermedad. La “comunidad de compatriotas” puede ayudar al inmigrante a la hora de la adaptación pero, por el contrario, puede hacer que ésta sea más difícil debido al carácter endogámico de algunas comunidades. Las relaciones inter o intra grupales juegan un papel evidente en el aumento o la disminución de la psicopatología. El aislamiento es por lo tanto un factor de riesgo determinante, los factores sociodemográficos tales como la educación, la edad o el sexo pueden influir en el proceso de aparición de la enfermedad. Los niveles de escolarización y la ocupación profesional pueden ser factores ventajosos o desfavorables para la integración del inmigrante.

El proceso del pasaje de un país a otro y de una forma cultural a otra diferente implica un gran esfuerzo psicológico y somete a tensión no solo a los individuos particulares sino también a los sistemas conyugales y familiares dentro de los cuales los diferentes roles se ven sometidos a cambios, muchas veces drásticos.

La adaptación representa el paso imprescindible en el camino de la integración social por lo que una intervención psicológica realizada cuando se desencadenan los primeros síntomas colabora a disminuir los costos que implican para la sociedad las dificultades de integración o la exclusión social (prestaciones médicas, asistencia social, desocupación, etc.)

Según datos del Instituto de Migraciones y Servicios Sociales ( INMSERSO) la Comunidad de Madrid es uno de los lugares de mayor presión migratoria. De acuerdo a los datos obtenidos en la exploratoria realizada por Médicos Sin Fronteras proyecto 4º Mundo-Madrid en el año 2000, de las ONG encuestadas que trabajan principalmente con población refugiada, sólo se cuentan dos psicólogos contratados pertenecientes a Cruz Roja. Respecto a la población inmigrante, según la exploratoria realizada por Psicólogos Sin Fronteras entre Noviembre 2001 y Enero 2002, hay solo tres psicólogos con vinculación laboral (temporal) trabajando en las ONGs .

Dentro de la Administración Pública no existen servicios especializados en asistencia a inmigrantes que aporte una perspectiva psicosocial. Las intervenciones desarrolladas hasta el momento por los Centros de Salud Mental son básicamente farmacológicas.

Recientemente se han creado siete Centros de Atención Social al Inmigrante (CASI) que cuentan cada uno con un psicólogo cuya función principal es desarrollar talleres de habilidades laborales, no centrandose en la intervención clínica.

Concluimos por lo antedicho, que la Comunidad de Madrid no cuenta con suficientes programas de asistencia psicológica específicos para esta población, siendo la práctica privada la única posibilidad de atención a esta demanda.

La tarea de los trabajadores del área de Salud Mental es doble, por un lado percibir lo humano común por detrás de la diferencia aparente y por otro, percibir lo que diferencia más allá de la similitud.

La concepción del mundo y de la enfermedad de los pacientes pueden diferir de la cosmovisión de los psicólogos. La asistencia clínica a población inmigrante implica el aprendizaje de una actitud de respeto y tolerancia hacia las culturas diferentes de la cultura del terapeuta.

Nuestro grupo de profesionales tiene como característica la diversidad cultural de origen, habiendo desarrollado su formación profesional y su experiencia clínica en el país de origen y también en el receptor aportando por lo tanto un bagaje profesional proveniente de distintas culturas.

El aprendizaje vivenciado del proceso migratorio resulta favorecedor de la instalación de la empatía del paciente con el terapeuta y facilita también a este último diferenciar los factores relacionados con el estrés de aculturación.

Una visión clínica que contemple la diversidad cultural implica no traducir lo que el otro trae sino trabajar con el paciente desde su discurso.

RESPONSABLES DE COORDINACIÓN: Lic. Patricia Parra, NIE X2576799-V .

Lic. Alicia San Martin, NIE X3529812-W.

Tel.: 696 856 661 / 666 841 454.

 

 
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