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Construyendo Participación

AUTORES :  

JOSÉ GUILLERMO FOUCE

Profesor Universidad Rey Juan Carlos I. Madrid. España.

JUAN MIGUEL FLORES

Universidad Nacional de San Luis. San Luis. Argentina.

PALABRAS CLAVE  : participación, motivaciones, generaciones, política  

1.     INTRODUCCIÓN

Para contextualizar histórica y geográficamente el presente trabajo diremos que el mismo se llevó a cabo en el mes de julio de 2000, en la ciudad de San Luis, Argentina, con la intención de unir la investigación a la acción mediante un proceso activo y flexible de conexión de ambos procesos complejos. Así mismo se trató de confrontar y encontrar reflexiones y acciones producidas y desarrolladas en dos contextos o mundos de vida diferentes según la procedencia de los autores.

  Estos diferentes puntos de partida tienen como referentes dos países diferentes: España y Argentina y dos motivaciones distintas, en un caso la participación de los jóvenes, en el otro las causas del escepticismo ante la participación, en un caso la necesidad de analizar los componentes implicados en el proceso participativo a partir de una dilatada y variada experiencia directa en la participación, en el otro, descubrir nuevas alternativas a la viciada participación partidaria, encaminadas a buscar un rol activo en la sociedad.   Esta conexión fue posible, gracias a diversas circunstancias contextuales que la permitieron; en primer lugar, el encuentro físico entre los autores, en segundo lugar, una rápida y fructífera conexión e intercambio de experiencias entre ambos y en tercer lugar, la invitación por parte de un comité radical de base, perteneciente a la Unión Cívica Radical de San Luis, a desarrollar una experiencia de intercambio, formación, concientización y activación de procesos participativos que continuaran el trabajo iniciado tiempo atrás con otras actividades anteriores desarrolladas en el seno de este comité sobre el tema de la participación (debate sobre la apatía política de los jóvenes desarrollado por uno de los autores, charlas sobre la historia del partido Radical y las diferencias ideológicas entre izquierda y derecha desarrollada por el Dr. RODRIGUEZ KAUTH), esta vez conectando directamente con los jóvenes y sus posibles motivaciones para participar.

  En esta experiencia que ahora presentamos pretendíamos lograr tres grandes objetivos:

 1.    Acercarnos a las claves motivacionales que inciden en la participación o no participación de los jóvenes en la política.

2.    Fomentar el encuentro (a partir del conocimiento) de las diferencias generacionales (mayores- jóvenes) en las formas y elementos de participación.

3.    Fomentar el desarrollo e implementación de un plan de acción para la participación de los sujetos implicados en el taller.

La temática de la participación juvenil se nos presenta como un tema clave en el mundo que hoy habitamos, repleto de incertidumbres, cambios y crisis que afectan también a la política y a la construcción de la democracia; los jóvenes ciudadanos son nuestros futuros dirigentes y cualquier intento de profundización o mejora de la democracia debe pasar por un profundo conocimiento de los mismos y sus claves motivacionales.

La perspectiva motivacional es, además una temática, claramente psicosocial y en su ámbito aplicado a la política, claramente psicopolítica. Las motivaciones determinan las formas, estilos y estrategias de participación que adoptan los sujetos (Omoto, 1995).

Breve análisis de la participación política de los jóvenes en la Argentina.

Al momento de realizar este trabajo, julio de 2000, la juventud se mostraba en su mayoría apática a toda actividad relacionada con la política, con la participación social, con la defensa de los derechos ciudadanos, en una actitud diferente a la que le atribuye el clásico discurso que se tiene para con ellos, señalándolos como un tesoro, una reserva social y sobre quienes pesa la responsabilidad de alcanzar un futuro mejor. Aparentemente, por la actitud demostrada, los jóvenes no estarían interesados en hacerse cargo de dicho protagonismo social.

Hasta entrados los años 70 el mundo entero vivió la irrupción de la fuerza de la juventud que sosteniendo ideales en pos de un mundo mejor para todos, trató de cambiar la realidad incluso a costa de sus propias vidas. ¿Por qué ahora los chicos (y no tan chicos) no comparten los mismos proyectos?. ¿Qué cosas pasaron en la sociedad y en ellos mismos para que tomaran una postura pasiva prácticamente opuesta a la de aquellos jóvenes?.

Era parte de la observación de la vida política y ciudadana del país el quietismo del ciudadano común frente a las decisiones de los gobernantes. Solo cuando los intereses propios eran lesionados, por ejemplo la mala prestación de un servicio que altere totalmente la vida de la comunidad, se producía una reacción colectiva en defensa de los derechos que el Estado debe garantizar.

La sociedad argentina vive (o sufre) un descreimiento respecto a lo que puede hacer la política por ellos y un fatalismo en cuanto a lo que pueden hacer ellos por cambiar esta situación. Los jóvenes, en coincidencia con este clima, se mantienen al margen de toda actividad o participación política y la defensa de los derechos ciudadanos, derechos que además son desconocidos.

En este marco sociopolítico se desenvolvían los jóvenes, quienes además son hijos de la generación más golpeada por la dictadura militar, aún de aquellos que en su momento acompañaron con su silencio o negaban la realidad. (KORDON, Diana; EDELMAN, Lucila I., 1986):

La realidad en la Argentina nos muestra así una juventud en su mayoría apática a todo aquello que "huela" a gobierno, a política, a protagonismo social. La política partidaria es vivida como "algo sucio", donde el que entra debe transar, siendo la mayoría de sus actores cubiertos por ese manto de sospecha invisible de la corrupción (FLORES, J.M., 1999).

Reseña sobre los orígenes de la Uníon Cívica Radical

De La VEGA, J. C., en su “Diccionario Consultor Político” (1989) comenta que a fines del Siglo XIX la Argentina venía siendo gobernada bajo un estilo netamente conservador lo cual trajo serias consecuencias que dejarían su marca indeleble en la futura vida política del país. En éste la corrupción administrativa, la especulación, las coimas, y los negociados llegaron a un nivel tal que pusieron al descubierto de la población un sistema económico y político que había sido montado en beneficio de la clase dominante.

Como respuesta, El 1º de setiembre de 1889 un grupo de jóvenes reunidos en un local céntrico de Bs. As. constituyeron la Unión Cívica de la Juventud, con la asistencia de 3.000 ciudadanos. Sus principios eran defender las libertades públicas, el ejercicio del libre sufragio, la autonomía de las provincias, el saneamiento de la moral en la administración del país. Se aspiraba a iniciar un movimiento político general que estableciese centros afines en el resto de la República.

El 13 de abril de 1890, en Bs. As., en una reunión a la que asistieron 15.000 personas, se conformó la Unión Cívica como nueva agrupación política, presidida por Leandro ALEM. Entre sus filas se contaba con grandes nombres de la escena política del momento y del futuro: Bartolomé MITRE, Bernardo de IRIGOYEN, Aristóbulo del VALLE, Luis SAENZ PEÑA, Manuel GOROSTIAGA y José Manuel ESTRADA, entre otros.

En la formación de la Unión Cívica había hombres de las más variadas extraciones: conservadores, terratenientes, católicos, autonomistas, etc. Esta heterogeneidad fue una constante en la constitución de sus cuerpos dirigentes de la Unión Cívia a través de su historia.

En 1891 la Unión Cívica se escindió en dos partidos: La Unión Cívica Nacional liderada por MITRE y la Unión Cívica Radical dirigida por ALEM. Nace así el 26 de junio de 1891 la Unión Cívica Radical. El 2 de abril de 1916 es un hito importante para el radicalismo ya que en esa fecha triunfó por primera vez en las elecciones nacionales (fórmula YRIGOYEN-LUNA).

Continúa expresando DE LA VEGA (op. cit.) que el radicalismo se autoconceptúa como un movimiento policlasista, lo cual entraña una ventaja relativa en función de la lucha electoral, pero representa un impedimento para la consecución de acciones con profundo significado transformador. El mayor caudal electoral de la UCR se ha encontrado, la mayoría de las veces en que participó en elecciones, en la clase media argentina, señalandoselé su alejamiento y falta de contacto con las clases humildes.

  2. OBJETIVOS/ HIPÓTESIS DE TRABAJO

  Expondremos ahora las claves, criterios o referentes de los que partimos para el desarrollo del presente trabajo:

A) Investigación/ acción participativa: se trató de acompañar el proceso investigador de una lógica que, en si misma, es motivacional para los propios actores analizados. Se partió de la reflexión para llegar a la acción acompañando el proceso generador de ideas.

B) Se tuvo en cuenta (frente a otros planteamientos teóricos posibles) una pluralidad de enfoques o acercamientos a la lógica participativa, tanto en la vertiente de claves motivacionales; la de cambios en las formas y estilos de participación ya analizados y la presencia o no de lo que se ha dado en llamar el síndrome fatalista latinoamericano. Para analizar los resultados obtenidos se utilizó (frente a otras posibles metodologías) esta serie extensa de referentes teóricos.

C) Se desarrolló una estrategia metodológica de acercamiento que distingue entre las motivaciones o factores motivacionales que un sujeto se atribuye a sí mismo para participar y los que atribuye a otras personas que participan. Esperabamos que esta estrategia nos condujera a encontrar diferencias entre ambos discursos o interpretaciones, señalándose con mayor facilidad una serie de variables (especialmente el poder y la motivación de logro) cargadas de deseabilidad social cuando los sujetos se refieran a otros (Marín, Kauth y otros 1992). “Nadie se atreve a expresar su sentir o su pensar como el decir propio de quién siente o piensa en ese acto comunicacional, sino que... la impotencia, el deseo de que se produzca la desviación normativa, etc. se translada hacia esa generalidad anómica que es la “gente” o el “otro”. Tácitamente todos aceptamos esta nueva condición del juego lingüístico, cual es que desaparece el “uno” para ser reemplazado por el “otro”. El mensaje se expresa en tercera persona, a la “gente” como si el que hablase no perteneciese a la categoría gente... es por todo esto que pensamos que trabajar con este tipo de escalas en primera persona no refleja fielmente al respondiente, que escapa tangencialmente al compromiso yoico de las preguntas presentadas, con las ya conocidas respuestas de deseabilidad social” (p.44 - 45).

D) Es importante para nosotros tener en cuenta y partir de la propia delimitación conceptual que desarrollan los sujetos participantes con respecto al objeto de estudio analizado: la participación.

E) Desarrollaremos un análisis que compare las motivaciones personales con las motivaciones atribuidas a otros cercanos (que participan o que no participan) y una comparación o confrontación generacional entre los jóvenes y los adultos.

 

3. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

 

a) Sobre los factores motivacionales de la participación

 

Para el análisis de los factores motivacionales que puedan estar incidiendo en la participación utilizaremos un conjunto extenso de referentes y análisis teóricos entre los que encontramos:

 

1.    La teoría de acción racional y el debate teórico que se suscita entre la misma y las teorías que abogan por el altruismo para tratar de comprender y analizar cuál es la relación costes beneficios que se produce en el proceso participativo y cuáles son esos costes y beneficios.

2.    La reformulación de dicha teoría desarrollada por Bert Klandermans (1995) y, especialmente, su conceptualización de los beneficios sociales, el sentido de eficacia y los factores de oportunidad política.

3.    La socialización y el poder.

4.    Los factores identitarios, puestos de moda hoy por autores como Touraine (1997) o Melucci (1994).

5.    La temática de los valores y en especial la clásica distinción entre valores colectivistas e individualistas.

 

b) Sobre el cambio en las formas de participación

 

Desde unos años atrás viene hablándose de la crisis de la política y de la participación política, también viene debatiéndose con intensidad si esta crisis, es una crisis general de la política y de la participación o tan sólo una crisis de una forma concreta de participar y de hacer y concebir la política que se verían sustituidas por nuevas formas, estilos y referentes participativos. Estos cambios o transformaciones podrían analizarse bajo los siguientes ejes:

 

a)    De la identificación colectivista y unitaria a la identificación plural e individualista Touraine (1997).

b) De la participación ideológica que parte de lo global para llegar a lo local a la participación que va de lo local a lo global ( Riechman, J. Y Fernández Buey, F. 1994).

c)    De la indiferencia política, como forma de expresar rechazo a la forma de política tradicional (partidos políticos), y paradójicamente, un interés por otras alternativas (Flores, J. M. 1999).

d) De la separación entre objetivos racionales y expresivos a su fusión. ( Revilla, M. 1995).

e)    De la participación como conductas a la participación concebida como proceso.

f)     De la centralidad del colectivo a la centralidad del sujeto y su identidad.

g)    Del compromiso heroico al pragmatismo cercano.

h)    De partir de una visión negativa y conflictiva sobre la realidad a una visión positiva y constructiva .

 

c) Sobre la presencia del fatalismo latinoamericano en la base de la apatía política.

Desde algunas líneas de la Psicología Social se caracteriza a la concepción del mundo y de la vida que tienen los habitantes de Latinoamerica como fatalista. Esté concepto, trabajado por Martín - Baró en su obra "El Latino Indolente", hace referencia al conjunto de ideas, emociones y comportamientos que se combinan para conformar una actitud de vida (Rodriguez Kauth, 1992) que sostiene la fatalidad del destino de la persona al que no se puede escapar. Este destino se halla estrechamente relacionado a la clase social donde se nació, siendo por lo tanto esta actitud mucho más evidente en las clases marginales que en las clases media y alta.

La actitud fatalista tiene como resultado una población quieta, resignada a los avatares de la vida social y apática a generar activamente cambios en su vida.

Martín Baró (1987) señaló que el síndrome fatalista tendría una doble vertiente. Por un lado la manera en como se ha ido constituyendo el pensamiento nativo latinoamericano favorece la aparición del fatalismo, mientras que por otro lado el sistema político-económico capitalista que domina desde hace siglos la región, fomenta la aparición de este tipo de pensamiento ( a través de escuelas, religión, partidos políticos burgueses, etc.), ya que el mismo ayuda a mantener el statu quo.

Como veníamos diciendo, esta actitud de vida se manifiesta en conductas conformistas, de sumisión, pasividad, sostenidas por un sentimiento de impotencia para modificar la realidad, la cual aparece como inmutable, cualquier esfuezo es inútil para cambiarla. Se vive así solo el presente.

Rodriguez Kauth afirma "...el fatalismo no otra cosa que la aceptación pasiva y hasta cómplice del orden social represivo impuesto...". Las mayorías populares llegan a aceptar como propia esta manera de ver y vivir la realidad dando lugar así a una conciencia alienada de la realidad.

 

4. METODOLOGÍA

 

Población

Se trabajo con una muestra intencional constituida por 30 personas. El primer grupo estuvo formado por 10 adultos, 4 mujeres y 6 varones entre 30 y 60 años. La totalidad de este grupo son militantes del Partido Radical.

El segundo grupo se conformo de 20 adolescentes y jóvenes, 9 mujeres y 11 varones con edades entre 12 y 24 años. Los jóvenes en su mayoría asistían por primera vez al comité del Partido Radical invitado por algunos adultos.

Para el cumplimiento correcto de los planteamientos mencionados se desarrolló un taller sobre la participación que constó de tres sesiones.

En la primera de dichas sesiones se explicaron los objetivos de la propuesta que se pretendía desarrollar, así como los fundamentos teórico prácticos de los que se partía para realizarla y en especial, los elementos positivos para el desarrollo de posteriores acciones de participación. Así mismo, se expuso, brevemente, la situación de la juventud española con respecto a la participación y sus claves motivacionales para brindar una posibilidad de comparación con la participación de la juventud argentina que permitiera acceder a nuevos elementos de juicio.

 

En la segunda sesión se dividió al grupo de participantes en tres grandes grupos (dos de jóvenes y uno de adultos), estos grupos trabajaron sobre el guión que anexamos y que les planteaba las siguientes cuestiones:

a)    Definición de la participación

b) Trayectoria y motivaciones personales para participar

c)    Motivaciones atribuidas a otros que no participan, a jóvenes que participan y la otra generación involucrada.

 

En la tercera sesión se les distribuye a los grupos un resumen elaborado por los investigadores de lo que trataron en los grupos de la sesión anterior según la puesta en común desarrollada y las notas de los investigadores, se entrega este material con la sugerencia para los participantes de que señalen las modificaciones que crean oportunas, añadan aspectos que quedasen fuera o aporten cualquier tipo de sugerencia. La segunda parte de la sesión se centra en plantearles a estos grupos la cuestión de cómo desarrollar actividades concretas que plasmen en la práctica lo que hasta el momento se ha planteado, así los grupos generarán una serie de ideas de actividades a desarrollar posteriormente.

 

Por último y en función de estas ideas que surgen se ofrece la posibilidad por parte de los investigadores de acompañar y colaborar según las demandas que puedan producirse en el desarrollo de las actividades surgidas. Esta oferta es atendida por los participantes que solicitan la colaboración activa de los investigadores en el desarrollo de las actividades, con lo que se diluyen definitivamente las fronteras entre la investigación y la acción pasando los facilitadores a ser un miembro más del grupo de acción participante, pero esto pertenece ya a un proceso diferente que deberemos evaluar una vez que se implementen las actividades sugeridas.

 

5. RESULTADOS

 

Para analizar los resultados los investigadores recogieron las aportaciones que se iban haciendo en el grupo y, especialmente, aquellas que los representantes o portavoces de cada grupo decidieron exponer en la puesta en común que siguió al trabajo por grupos.

 

Posteriormente, se trató de integrar lo dicho en los grupos con los referentes teóricos ya señalados; estos referentes sirvieron para etiquetar y ordenar las distintas intervenciones, tras cada apartado, como puede observarse se reproducen intervenciones textuales de los participantes que tratan de ejemplificar el mensaje englobado.

 

Se puede observar una diferencia en el volumen de información obtenida en el grupo de jóvenes con respecto al grupo que denominamos de mayores, lo mismo puede ser fácilmente explicado si atendemos a dos circunstancias ya mencionadas: el número de participantes jóvenes doblaba al de mayores (en proporción de dos a uno) y se desarrollaron dos grupos de jóvenes frente a uno sólo de mayores. Para presentar los resultados obtenidos consideramos que era de más utilidad unificar las aportaciones de los dos grupos de jóvenes en una sola, como así hicimos.

 

Cabe destacar como estos datos se pusieron a disposición de los participantes que modificaron, añadieron o quitaron aquello que consideraron no había sido dicho o estaba mal reflejado.

 

Así pues, los resultados obtenidos serían los que siguen:

 

GRUPO ADULTOS

 

Motivaciones para Participar

 

1.      Sentimiento de poder hacer

Existe en estas personas el sentimiento de que con su acción pueden generar cambios a nivel micro y macrosocial "...por que quiero mejorar la sociedad...", "...para generar cambios...", "...para cambiar la sociedad en su conjunto...", "...para cambiar la realidad en que vivo...". La necesidad de sentirse protagonista "...por que quiero ser actor y no espectador de mi realidad social...".

 

2.      Ser agente de cambio social

La apatía general lleva a querer tomar cartas en el asunto para modificarla "...participo porque observo el desinterés de las personas en participar y utilizo mi acción como disparador...”.

 

3.      Idealismo e intereses personales

El sentimiento altruista se halla mezclado con lo individual "...por interés tanto personal como solidario y preocupación por lo que está pasando...", "...participo tanto para un bien social como particular...", o solo el interés propio "...por metas personales...".

 

4.      Relaciones beneficio - coste

En cuanto a la relación beneficios-costes, los beneficios son mayores, siendo en general de satisfacción personal “ participar te lleva tiempo, le sacás tiempo a otras cosas, descanso, familia, pero la satisfacción es grande...”.

 

La Participación del Presente, la del Pasado, los Otros (que no participan).

 

1.      La participación tiene lugar en el contexto de la persona

Para los adultos que integraron el grupo la participación política implica el asumir derechos y obligaciones con vocación de servicio. Participar es tener la voluntad de hacer cosas en el medio con el objetivo de lograr la intervención con un fin social. En las personas que participan "hay un interés por cosas que pasan en el ámbito en que nos movemos".

 

2.      Los otros tienen un interés egoístas

Las motivaciones que llevan a otras personas a participar revisten en general aspectos negativos "...la ambición, el poder, el oportunismo político, para conseguir un puesto laboral...". También se hace mención a valores positivos tales como "...idealismo, vocación...", "...servicio a la comunidad...", "...para prestar servicios, idealismo...".

 

3.      La juventud es indiferente a participar.

En forma casi unánime los adultos observan en los jóvenes una falta total de motivación para participar "... Los jóvenes no participan...". Reconocen sin embargo que hay un número mínimo de jóvenes idealistas "...los pocos jóvenes que participan lo hacen por vocación..." .

 

4.      Es difícil hablar con los jóvenes.

En este punto se hace referencia además, a las barreras de comunicación existentes entre jóvenes y adultos "...se siente que cada uno habla un lenguaje diferente...".

 

5. La apatía política como consecuencia de la incredulidad y la falta de valores.

Las razones para no comprometerse con la acción cívica obedecen a sentimientos de incredulidad, comodidad "...por que se sienten desilusionados...", "...por comodidad...", "...por falta de convicciones...".

 

6. La apatía política como consecuencia del divorcio entre el pueblo y sus representantes

Esta apatía es fomentada por la actitud de los funcionarios políticos "...los líderes políticos tienen intereses diferentes al pueblo...", "...la gente no se siente escuchada real y concretamente...".

 

7. La apatía política como consecuencia del modelo capitalista

El capitalismo que guía la política del país es visto como un factor que anula la participación de los ciudadanos y la solidaridad necesaria para el compromiso social "...ahora la gente puede participar pero las condiciones de trabajo precario se lo impiden por el temor de perder el trabajo y la carga horaria. La economía de mercado desarticuló la sociedad...", "...El sálvese quien pueda aumentó el individualismo en perjuicio de lo comunitario...".

 

8. La solución a la apatía es un líder carismático

Se discute la necesidad de un líder fuerte y comprensivo que sepa interpretar la realidad de las personas y actuar en consecuencia.

 

9. Además, que los que participan escuchen a la gente

Las ideas sugerida para estimular la participación de otras personas es que estas se sientan escuchadas "...escuchar realmente lo que la gente piensa y necesita, comunicarse con ellos...".

 

10. La participación del pasado era mayor y con más convencimiento

Los integrantes del grupo de adultos se refieren al período 1983-1989 (1º etapa democrática de gobierno radical después del Proceso Militar) como un período participativo, con motivaciones "...entre el 83-89 había más participación porque se creía en el cambio y había esperanza...".

 

 

GRUPO DE JÓVENES

 

M otivaciones para Participar

 

1.    AUTOESTIMA Y DESARROLLO PERSONAL

 

Según estos jóvenes participar los hace crecer como persona, enfrentarse de modo diferente al mundo, conocer a gente nueva, facilita la comunicación, les permite conocer sus posibilidades, ganar en confianza y nuevas ideas que al mezclarse con las propias enriquecen y hacen cambiar (“mi idea pura cambia”, “mezcla de ideas frescas y contaminadas”). Esta cuestión del crecimiento personal es la más señalada: “lo primero es convencerse uno mismo” “participas por lo que te va aportando”.

 

2.    IDEALES

 

El principal sigue siendo cambiar las cosas, no esperar, actuar.

 

3.    RELACIONES SOCIALES- SOCIALIZACIÓN

 

“Se suele empezar porque alguien te invita o porque conoces a alguien que ya participa y vas a apoyarlo”, “él me dijo que viniese” “me invitaron”. Es importante para los jóvenes cuidar el clima grupal y las relaciones personales entre los que participan, proponen desarrollar estructuras de participación y fomento de la participación en red. Les resulta gratificante el conocer nueva gente, nuevas personas diferentes, hacer amigos. También pueden ser otras relaciones las que introduzcan a los chicos a participar: “Me trajo mi familia, luego fue divertido”

 

4.    RELACIÓN BENEFICIOS- COSTES. MAS BENEFICIOS QUE COSTES

 

Hay muchos más beneficios que costes (“ participar es lo mejor, me encanta, tiene mucho de positivo”), ya no se ve la participación como algo sacrificado y tremendamente altruista sino como algo que aporta mucho más de lo que quita. Participar tiene que ser una experiencia enriquecedora y positiva, divertida y beneficiosa.

 

 

5.    OPORTUNIDAD POLÍTICA

 

Opinan sobre la necesidad que se construyan espacios constantes y abiertos a la participación real de las personas y los ciudadanos, a veces ellos llegan a comenzar a participar por la curiosidad o por ver que pasa.

 

6.    PRAGMATISMO, SENTIMIENTO DE EFICACIA

 

Los jóvenes manifiestan la necesidad de sentir y pensar que lo que estan haciendo sirve para algo (“es posible cambiar las cosas”), que se pueden cambiar las cosas, lo que se facilita si las estructuras están receptivas al cambio; necesitan ver resultados a corto plazo aunque se trabaje a largo plazo, creer que no se esta perdiendo el tiempo. Hay una mayor propensión a actuar que a reflexionar “Uno necesita sentirse útil”.

 

7.    RELACIONARSE CON EL MUNDO

 

“Es importante que uno se sienta actor de su realidad, activo, que se sienta involucrado y capaz de actuar activamente”. Se trata de ser y sentirse protagonista del mundo en el que se vive por la iniciativa propia o la grupal: “Problematizar la realidad” “Mirada diferente del mundo” “Plantearse cosas que sino uno no se plantearía” “Ampliación constante del horizonte. Salir de lo inmediato”.

 

8.    IDENTIDAD

 

Se trata de sentirse parte de un grupo, de un proyecto más extenso, de los sentimientos de pertenencia. Las identidades son múltiples, se pertenece a diferentes entidades o colectivos y ya no hay (como pudo serlo la pertenencia a un determinado partido en el pasado) una identidad unitaria y prioritaria. “Sumarse a un proyecto más grande, ver que así el esfuerzo se multiplica” “Sentirse parte de un grupo de gente amplia. Sentimiento de pertenecer a algo que va más allá de uno” “Sentirse todos juntos. Sentir que no eres el único que participas”

 

9.    INQUIETUD DIFUSA

 

Uno de los antecedentes más mencionados es tener cierta inquietud por la realidad y las cosas, inquietudes que pueden o no transformarse en realidades en función de diversos factores como conocer a alguien que participa, tener la oportunidad de participar en algún sitio porque son invitados, que surja un problema concreto que los movilice... se trata de “no quedarse callados” de “dar tu opinión y que te escuchen”.

 

LOS OTROS (QUE NO PARTICIPAN, LA PARTICIPACIÓN DEL PASADO)

 

1.     MAS ALLA DE LA POLÍTICA CONVENCIONAL

 

De acuerdo a los dichos de estos jóvenes participar políticamente es más que militar en un partido, más que ganar elecciones, más que conquistar el poder, más que obtener cargos. Se puede participar en la mejora de las condiciones de vida de las comunidades, desde fuera de las estructuras establecidas, por ejemplo sin cargos partidarios. La política convencional se percibe en gran medida como sucia y corrupta y se centra sólo en participar de elección en elección. “La política no es corrupta, uno la hace corrupta”, “a veces hay juegos de intereses: algo a cambio de algo...”

 

2.     A PARTIR DE LO CONCRETO, HACIA LO ABSTRACTO O GLOBAL. “ACTUA LOCAL, PIENSA GLOBAL”

 

Suelen empezar a participar por asuntos concretos por los que se sienten tocado (normalmente molestos), por ejemplo, por un cambio de uniforme escolar con el que no se esta de acuerdo, por no estar conforme con el centro de estudiantes de la escuela y estar harto de que todo el mundo se queje sin hacer nada por cambiar las cosas, por sentirse molestos con la compra de votos o la utilización de los jóvenes, por compartir sentimientos de desconfianza con otros y pensar en que se puede hacer para cambiar esta situación... luego en el proceso de involucrarse y comprometerse, de ir participando empiezan a surgir referentes más globales e ideológicos, referentes más abstractos y generales “Uno empieza por lo concreto, hace cosas, se siente bien y se siente útil y así continúa participando”. Respecto a los jóvenes que no participan opinan que para éstos “no es importante participar porque sienten que no les influye en su realidad”,“uno tiene que sentir que las cosas le afectan. Por ejemplo: la economía se ve como algo lejano mientras uno este bien. Es necesario acercar las cosas a lo cotidiano. Sólo se participa si se siente que las cosas le influyen a uno”.

 

3.     PRAGMATISMO, SENTIMIENTO DE EFICACIA

 

Se manifiesta una necesidad de volcarse en la acción y ver resultados a corto plazo aunque se abogue por el largo plazo. Piensan que es mejor arriesgarse haciendo que aguardar demasiado tiempo en la reflexión. “Si lo hiciste y te salió mal, al menos lo hiciste, que es diferente a decir pude haberlo hecho mejor con o sin apoyo”.

 

4.     MÁS POSITIVIDAD. .MÁS APORTE DE SOLUCIONES. “SOMOS PARTE DEL PROBLEMA Y DE LA SOLUCIÓN”

 

Se manifiesta la necesidad de discursos en positivo, que generen alternativas, que planteen soluciones a los problemas que se plantean y no sólo las dificultades, discursos y análisis teñidos de optimismo y activismo. “Buscar más las propuestas alternativas que los posibles errores”.

 

5.     INTEGRACIÓN DE LO EXPRESIVO Y LO INSTRUMENTAL

 

Esta bien tener una serie de objetivos racionales marcados (por ejemplo las elecciones) pero, además, hay que divertirse consiguiéndolos, la diversión y otros aspectos positivos no pueden estar reñidos con la militancia y el trabajo político o social: “ a mí me ocurrió que tras intentar participar me aburrí y me fui”, “falta de espacios”, “tenés que pasarla bien sino no seguís”.

 

6.     CENTRALIDAD DEL SUJETO, NECESIDAD DE SER CONSIDERADO. Ej. debate sobre liderazgo

 

La motivación de participar parte del autoconvencimiento, de la reflexión personal, de los beneficios propios (no materiales en su mayor parte sino de autoconocimiento y de conocimiento y relación con el mundo); a partir de esa reflexión personal se produce la acción participativa y no al revés. Los sujetos, sus circunstancias y necesidades se encuentran en el centro de la participación y es necesario que los mismos sean tenidos en cuenta, deben tener capacidad para decidir y actuar. “el compromiso es voluntario, elegís vos” “Ahora hay más diálogo, más apertura, ahora se discute, se levanta la voz”.

 

En el discurso de los participantes los liderazgos no pueden ser los del pasado, de masas y jerárquicos, intocables, no criticables... es necesario que alla líderes pero de otro tipo, líderes más democráticos, portavoces de las opiniones del resto, coordinadores y catalizadores sin imposición, sometidos a crítica y cuestionamiento y con los que se puede estar de acuerdo en unas cosas pero no en otras: “antes el líder mandaba, ahora las ideas o proyectos son más pequeños y se discuten” “Antes, había que imitar al líder, ahora el presidente es sólo portavoz. Cada uno puede ser líder. Cada uno es importante” “el líder convoca pero eso no es aún auténtica participación” “Siempre hay un líder que coordina pero es un liderazgo distinto al de antes” “Ya no es seguir a uno, los jóvenes necesitan otra forma de participar y de liderazgo, lo de antes (seguir a uno) no es participación y se necesita participar” “que cada uno sea un líder de sus propias ideas y conceptos respetando las ideas y los derechos democráticos y las de los demás” “esto del liderazgo de antes y de ahora de lo que hablamos es como la diferencia entre el arriero y el pastor, el de antes era el arriero que tiraba de la gente y el de ahora el pastor que coordina y conduce” “siempre es bueno y necesario tener un representante” “es necesario organizarse” .

 

7.     PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN GENERACIONAL

 

Al hablar de los mayores manifiestan sentirse incomprendidos cuando no utilizados: “ uno se siente utilizado como jóvenes (por ej. como una mera cuestión de imagen, invitar a boliches o a asados para tenerlos cerca y que hagan el trabajo...)” “te dicen: vos pensás así porque sos joven, ya maduraras” “hay distintos lenguajes con los mayores, pero la responsabilidad mayor por la comunicación es de los mayores que deben adaptarse a las expresiones de los jóvenes” incluso se plantea que para evitar problemas no se habla de política: “yo con mi viejo prefiero no hablar de política”, por último se señala el “miedo a ser criticado o rechazado por los adultos” o lo negativo de que “las ideas de los jóvenes solamente son escuchadas cuando se forman a través de revoluciones” y se proponen “no hacer lo que no te gusta que te hagan” en relación a los adultos .

 

8.     LA PARTICIPACIÓN ES UN PROCESO

 

Opinan que no es lo mismo la participación al inicio que después de unos años, no se dan las mismas motivaciones, ni con la misma fuerza, no son las mismas circunstancias. “Al principio se comienza con mucha fuerza y después te encuentras con una desilusión, es como un relámpago”.

 

9. EDUCACIÓN, HISTORIA

 

Según estos jóvenes una de las principales explicaciones para la falta de participación es la educación para la dependencia y la pasividad. También se mencionan aspectos históricos como la falta de tradición para participar o los malos ejemplos y otros que tienen más que ver con las características de los propios sujetos que no participan (cómodos, inconstantes).Asímismo se señala la falta de espacios que canalicen inquietudes.

“Falta de credibilidad en nosotros”, “necesidad de un lavado de autoestima: creer en uno mismo. Esta implantado (educación) que nadie sirve que eres inútil”, “hay una cultura de esperar a que alguien nos venga a salvar y a rescatar o resolver la papeleta” “temor a participar” “inconstancia”


ANALISIS DE LOS RESULTADOS

Las motivaciones que destacan en los adultos para participar apuntan a la expresión de poder para hacer algo, confiando en que su esfuerzo va a tener éxito. Consideran que su acción puede modificar la actitud apática de las personas, mostrando una concepción de participación comprometida con la comunidad en general, apuntando a la búsqueda de cambios a nivel de lo macrosocial. Esta búsqueda genera una satisfacción ideal que a la hora de hacer balance pesa más que el tiempo y el esfuerzo invertido en la participación. Esta acción en lo público se guiaría en una razón social, lo que es útil a la sociedad.

Refiriéndose a las motivaciones atribuidas a la participación política que tienen otras personas que participan, las evalúan tanto como egoístas y utilitario como solidarias y de compromiso social, mostrando así una valoración ambivalente.

Desde la mirada de estos adultos, los jóvenes no juegan ningún rol en el interjuego que tendrían la participación ciudadana en la comunidad que los contiene, manteniéndose a un costado del mismo. Reconocen además la falta de entendimiento en la comunicación entre jóvenes y mayores.

Los adultos explican la apatía que se da en la población como consecuencia del divorcio entre lo que los representantes políticos hacen y lo que la gente necesita. Esta situación genera un descreimiento hacia la acción política como medio para mejorar la sociedad. También hacen referencia a las consecuencias del modelo capitalista sobre el que está cimentada la organización de nuestra sociedad, como las causantes de la falta de interés de los ciudadanos por preocuparse en la construcción conjunta de una sociedad que responda a sus requerimientos, consecuencias que generan la división del espíritu comunitario y la acentuación del individualismo, la apatía política encubriría entonces un sentimiento de comodidad con el orden social imperante.

Por otro lado, los jóvenes se hayan motivados a participar por el deseo de crecer tanto en lo personal como en lo social; el grupo de pares es un elemento que influye a la hora de decidir acercarse a un organismo o entidad donde se pueda participar: “me invitaron”. Se busca que la participación proporcione una experiencia enriquecedora y divertida a la vez, los beneficios personales que brindan estas actividades superan a los costes. Esto tiene que ver con conductas propias de la etapa etaria juvenil.

Para estos jóvenes la participación debe comenzar a dar resultados a corto plazo de tal manera que sientan que no pierden el tiempo, hay una mayor propensión a actuar que a reflexionar. La acción participativa ayuda a ir conformando la identidad de cada joven: sentirse actor de la realidad, brinda sentimientos de pertenencia a un grupo, a una sociedad. Ahora bien, estas identificaciones son múltiples, es decir, se puede participar en diversas actividades y colectivos, no responden a un único partido político por ejemplo.

La práctica participativa para estos jóvenes debe ir más allá de la práctica partidaria, la que se percibe como corrupta, y buscar en cambio, espacios alternativos en donde desarrollarse. Esta práctica se centraría en lograr intereses comunitarios y no personales que es lo que observan en la práctica política cotidiana.

Sus experiencias de participación se inician por asuntos concretos que le molestan (discutir el uniforme del colegio ante las autoridades escolares) y esta práctica genera a su vez un proceso de involucramiento con relación a referentes más globales e ideológicos. Reconocen el hecho que de no sentirse afectados por un problema sería difícil moverse a la acción sociopolítica.

Hay una necesidad de acción inmediata de proponer soluciones a problemas en lugar de discutir las causas de dichos problemas: acción sobre reflexión, consideran que ahondar en analizar los errores y dificultades es perder tiempo.

Antes de decidir participar los jóvenes deben reflexionarlo, considerar los beneficios propios, sentir que sus circunstancias personales y necesidades son consideradas, que van a tener lugar en las decisiones.

Critican los liderazgos políticos del pasado a los que califican de jerárquicos, intocables, no criticables. El nuevo liderazgo debe ser democrático, incluir las críticas, el líder deber ser un portavoz de las opiniones y propuestas de su grupo u organización. Cada joven tiene que participar del liderazgo.

En la relación con los adultos se sienten incomprendidos, utilizados a la hora de las campañas eleccionarias (hacer pintadas, repartir folletos), la edad invalida sus opiniones ante la experiencia de los mayores. Consideran que son éstos quienes deben adaptarse a los jóvenes y su discurso.

Los entrevistados explican la falta general de participación como consecuencia de la educación para la dependencia y la pasividad de que ha sido objeto el pueblo por parte de las elites gobernantes. A esto se suma la poca tradición participativa, los malos ejemplos, la comodidad personal, la falta de canales adecuados, elementos todos que se conjugan para generar el estado de apatía hacia la acción sociopolítica.

Las motivaciones que llevan a participar a los adultos presentan diferencias con los motivos de los jóvenes. Estas diferencias podrían deberse a la historia de vida personal y social que cada grupo vivió y vive, y a la etapa etaria que están transitando. Estas diferencias llevarían al bloqueo en la comunicación entre ambos grupos, bloqueo que es reconocido tanto por jóvenes como por adultos.

 

CONCLUSIONES

 

A partir de la aplicación de la metodología propuesta los resultados nos hablan de cambios cualitativos en la concepción de participación política y en la forma de implementarla, cambios que tienen una especial relevancia y significación si consideramos la diferenciación entre jóvenes y adultos.

Lo notable del grupo de jóvenes entrevistados es que si bien la mayoría de la juventud se muestra recelosa de una participación sociopolítica al estilo tradicional, estos jóvenes buscan en un partido político (UCR) la posibilidad de concretar sus inquietudes, ninguno de ellos era afiliado al partido, a diferencia de los adultos que llevaban años de militancia. Las respuestas dadas por ellos evidencian claras diferencias con las respuestas de los adultos en cuanto a lo que entienden por participar, la motivación y lo que esperan lograr, manifestándose el cambio en la concepción y forma de participar de acuerdo a lo expuesto por varios autores ( Touraine 1997; Riechman, J. Y Fernández Buey, F. 1994; Revilla, M. 1995).

La solidaridad y el compromiso social y político se manifiestan a través de una actitud que busca una acción más directa sobre la realidad, sin intermediarios, desde una horizontalidad en las decisiones, con objetivos precisos, actitud que tiene como motivación intrínseca la búsqueda del desarrollo personal, acorde con los valores posmodernos. Estaría presente aquí un valor de uso, la conducta participativa que el joven adopte debe responder primero a sus necesidades individuales de experiencias, crecimiento.

Las respuestas dadas por los adultos evidencian por un lado las concepciones tradicionales de la participación y la presencia de las respuestas de deseabilidad social, atribuyendo a “la gente” los aspectos negativos de las acciones de participación.

El síndrome fatalista es reconocido por los jóvenes como resultado de la manipulación de la educación por parte de las elites gobernantes a lo largo de la historia.

Las viejas estructuras y costumbres en la práctica de los partidos políticos siguen siendo fuertes e impiden la integración de los jóvenes con nuevas propuestas si estas no se adaptan al esquema partidario. Surgen así los problemas de comunicación entre adultos y jóvenes que en un primer momento podrían juzgarse como consecuencia de la diferencia etaria y de experiencias, pero que también son causados por el no tener en cuenta los cambios en los jóvenes de las concepciones y motivaciones para participar sociopolíticamente. Ante esta situación, sucede generalmente que los jóvenes se decepcionan y dejan de asistir al partido político, lo que puede reforzar la lógica fatalista; o puede suceder que busquen otras organizaciones o comunidades que les brinden la posibilidad de poder desarrollar su potencialidad de participación social.

Estas ideas expuestas deberían servir a los partidos políticos para repensar su relación con los jóvenes, teniendo en cuenta la distinta significación que le dan a su participación de la tradicional y la manera diferente en que la instrumentan, aceptando el desafío de abrir un verdadero espacio en donde los jóvenes puedan desarrollar libremente sus inquietudes e integrarlos definitivamente en la construcción teórica y práctica del partido y, por ende, de la democracia.

 

 

 


ANEXO

 

GUIÓN GRUPOS DE DISCUSIÓN

 

1.    INSTRUCCIONES: todas las opiniones son igualmente validas, no tratamos de llegar a un consenso sino más bien a una pluralidad de apreciaciones cuanto más variadas mejor. Es bueno y positivo que todos intervengáis en las cuestiones que se van a plantear.

2.    DEFINICIÓN DE LA PARTICIPACIÓN. A que palabras podemos asociarla, hay tipos o no y en que se diferenciarían; problemas o necesidades por los que la gente se movilizaría .

3.    PORQUE YO PARTICIPO: MOTIVACIONES. Coste/ beneficio. Sentimiento eficacia. Valores. Relaciones sociales. inquietud. Empezar/ continuar

4.    PORQUE CREO QUE PARTICIPAN OTROS ALUMNOS DE LOS CENTROS DE ESTUDIANTES/ OTROS PARTIDOS DIFERENTES AL MIO

5.    PORQUE CREO QUE PARTICIPAN LOS JÓVENES QUE LO HACEN EN PARTIDOS POLÍTICOS/ JOVENES QUE PARTICIPAN EN OTRAS ORGANIZACIONES

6.    PORQUE CREO QUE NO PARTICIPAN LOS QUE NO PARTICIPAN, EN QUE SON DIFERENTES

7.    COMPARAR ENTRE LA PARTICIPACIÓN AHORA Y EN EL PASADO.

8.    QUE PODEMOS HACER PARA QUE PARTICIPE MÁS GENTE


 

BIBLIOGRAFÍA

 

·         Colección de Trabajos CLACSO (2000). "La participación social y polítia de los jóvenes en el horizonte del nuevo siglo". Segio Balardini, Coordinador.

·         De La Vega, J. C.: ”Diccionario Consultor Político”. Librograf Editora. Bs. As. 1989.

·         Flores, J. M. (1999). "Trabajo de Campo sobre la Participación Política de la Juventud Puntana en la Actualidad". Tesis de Licenciatura en Psicología. UNSL.

·         Fouce, J. G. y Navas, A. B. (1998) Elementos para una crítica constructiva del Voluntariado. V Congreso Estatal de Intervención Social. Madrid, 25, 26 y 27 de Noviembre de 1998.

·         Hentschel, H. (2002): “¿Quién salva a los partidos políticos?. Problemas de participación e integración de los jóvenes. Causas, efectos y medidas”. Contribuciones 1/2002. Publicación trimestral de la Konrad – Adenauer Stiftung A.C.

·         Klandermans, B. (1995) “Social movements an culture”London, UCL press.

·         Klandermans, B. (1995) “The social psichology of protest” London, Blackwell

·         Kordon, D., Edelman, L. I.: “Efectos Psicológicos de la Represión Política”. Sudamericana/Planeta (Editores). Bs. As. 1986.

·         Marín, L. Kauth, A. R. y Ottaviano, L. 1992 “Aporte metodológico al conocimiento de la alienación social” en Kauth A. R. 1992 Psicología social, psicología política y derechos humanos

·         Melucci, A. (1994) “¿Qué hay de nuevo en los “nuevos movimientos sociales?”. En Laraña, E. Y Guisfeld, J. 1994 “Los Nuevos Movimientos sociales: de la ideología a la identidad”: CIS. P.119-149.

·         Omoto, A.M. y Snyder, M. (1995). “Sustained helping without obligation: motivation, longevity of service, and perceived attitude change among AIDS volunteers”. Journal of Personality and Social Psychology, 68, (4), 671-686.

·         Revilla, M. (1995) “Participación política: lo individual y lo colectivo en el juego de lo político”. En “Sociedad y política. Temas de sociología política” de Benedicto, J. y Morán, M. L. (eds). Alianza Universidad Textos. Madrid

·       Riechman, J. Y Fernández Buey, F. (1994). "Redes que dan libertad". Paidos. Barcelona.

·         Rodríguez Kauth, Angel. "El fatalismo en el pensamiento popular latinoamericano" en Psicología Social, Psicología Política y Derechos Humanos. Editorial Universitaria San Luis y Revista Topía. San Luis. Argentina. 1992.

·         Touraine, A. (1997) “¿Podremos vivir juntos? Iguales y diferentes” Ed. PPC, Madrid

 

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